Timidez para hacer fotos

Una situación tradicional del fotógrafo/a de retratos "a pie de calle" que empieza, es la lógica timidez de invadir de alguna manera la intimidad ajena, y el miedo a una reacción negativa, cuando no agresiva, del posible objetivo de nuestra atención fotográfica.

Pues bien, yo era de estes.. hasta este fin de semana, donde aprendí que en determinadas circunstancias, la gran mayoría de la gente da la bienvenida a los retratos.

Mi escenario fué una festividad que se celebraba en un pueblo. Todo el pueblo era una fiesta. Mi sorpresa fué descubrir que la gente estaba increiblemente predispuesta a ser fotografiada. Como fué una experiencia colectiva de un grupo de alumnos, pude constatar que esta fué la opinión generalizada, salvo dos pequeñas excepciones, que fueron la de una señora que no quería que le fotografiasen su escaparate y la de un simpático señor que estaba trabajando de payaso, que paradójicamente, no deseaba que le hiciesen fotos (esta experiencia fué mia).

En mi caso, le ofrecí a borrar las fotos delante de él, pero como era un señor muy majo, me dijo que no pasaba nada, que estaba bien así, yo bromeé con él y le dije, que la ventaja que tenía su trabajo, es que seguro que no le reconocerían en las fotos:)

En las festividades descubrí que mucha gente, sobre todo la que va con trajes típicos, realmente desea que le fotografien. Conseguí mucha gente que me sirvieron de modelos en esta situación.

Parece ser que uno de los trucos que se puede utilizar (sobre todo si vas con honestidad) es dirigirte al encargado del sitio al que te diriges y proponerle una entrevista o hacerle preguntas sobre el sitio que él/ella conocerá tan bien. Normalmente te permitirá retratarle después.

Otro sitio donde puedes sacar fotos es, previa presentación al fotógrafo oficial del evento, en salidas de iglesia, después de una boda o un bautizo.

Y el clásico truco de fotografiar sentado en la mesa de una cafeteria.

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